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Los alimentos que favorecen el elemento metal son, además del arroz integral, muchas verduras (col, coliflor, apio, pepino, berro, nabo, rábano y cebolla). La raíz de jengibre, el rábano negro o daikon, el ajo y las hojas de mostaza son hierbas medicinales para los pulmones y el intestino grueso. Pequeñas cantidades de sabor picante contribuyen también a mejorarlos.

Los ejercicios aeróbicos, como caminar y andar en bicicleta, favorecen a los pulmones y al intestino grueso.

En general la fibra ayuda a todo el tracto digestivo al aumentar el tiempo de tránsito y arrastrar hacia afuera los deshechos viejos atascados en el organismo. Dado que contienen fibra, todos los cereales integrales y verduras estimulan y favorecen el funcionamiento del intestino grueso.

Por el contrario, los alimentos de origen animal, sobre todo la carne roja, sobrecargan los intestinos y hacen más difícil la digestión. La grasa, especialmente la de carne roja, los huevos y quesos secos son tóxicos para el intestino. La carne roja es de dificilísima digestión, ya que no se puede masticar totalmente en la boca y es evidente que no se puede desmenuzar en el tracto intestinal. Las personas que tienen problemas de intestino deberían evitar los alimentos de difícil digestión, sobre todo la carne.

Los pulmones son muy sensibles a los productos lácteos y al aceite. Las frituras, la leche, el yogurt y otros alimentos grasos u oleosos obturan los pequeñísimos alveolos pulmonares, impidiendo la plena oxigenación de los pulmones. Si se quiere sanar los pulmones, la dieta debe contener muy poco de aceite y grasa.

Ejercicios para la salud del meridiano y la paz mental

Meridiano de Pulmón e Intestino Grueso:

Cruce las manos por detrás, la izquierda sobre la derecha, y tómese por los pulgares. Inclínese hacia adelante a la vez que levanta los brazos lo más que pueda. Mantenga esa posición, relaje los músculos y haga dos respiraciones. Mientras esta en esa posición, trate de visualizar como el Qi se mueve por todo el cuerpo desde la cabeza hacia los pies, sobre todo por los hombros, pecho y brazos. Probablemente sentirá cierta tensión en el pecho y hombros y en la parte posterior de las piernas. Relájese totalmente. Este ejercicio estira los meridianos del pulmón e intestino grueso. Repítalo tres o cuatro veces, o tantas como pueda sin esforzarse demasiado.

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